Cerebro de los gatos domésticos es cada vez más pequeño

Una investigación liderada por la Universidad de Viena, en colaboración con los Museos Nacionales de Escocia, reveló que el cerebro de los gatos domésticos ha tenido un “descenso significativo” en su tamaño en los últimos 10 mil años.

rvera 20-04-2022 / 17:06:43
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Una investigación liderada por la Universidad de Viena, en colaboración con los Museos  Nacionales de Escocia, reveló que el cerebro de los gatos domésticos  ha tenido un “descenso significativo” en su tamaño en los últimos 10 mil años.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores comparan los cráneos de una serie de gatos domésticos contemporáneos con los cráneos de otras especies salvajes (gatos montes y gato salvaje africano), notando una diferencia “evidente”.

Causas

Por su parte, en relación a las causas de esta reducción cerebral, los autores teorizan que pueden estar vinculadas a una disminución en las células de la cresta neural, es decir, los agentes encargados del procesamiento y la respuesta ante cualquier amenaza.

Explicación

En este sentido, los expertos explicaron que debido a la relación establecida entre los gatos y los humanos, estos animales, al igual que muchas especies domésticas, se enfrentan a menos amenazas en su día a día, desarrollándose habitualmente en entornos controlados por el hombre.

De hecho, destacan que el resultado coincide con distintos estudios previos que demuestran que el tamaño del cerebro de perros, ovejas y conejos contemporáneos ha disminuido en comparación a las especies no domesticadas.

Claramente, estas especies en la antigüedad por estar expuestos a muchos peligros, deben crear estrategias para su supervivencia y se desarrolla más el cerebro.

En la actualidad con la domesticación están menos expuestos a situaciones de riesgo y esto último motivó el estudio.

Teoría del hocico del gato

 Adicionalmente, en referencia a la teoría que sugiere que el hocico de los gatos se modificó con el pasar de los años, haciéndose más pequeño, los especialistas comentaron que tras comparar las especies actuales con sus ancestros salvajes, no se hallaron diferencias significativas. Lo cual se reseña que esta teoría de la modificación del hocico de estos felinos queda totalmente negada.