6 ideas divertidas para la primera cita que son todo menos básicas

Las primeras citas son raras porque, aunque tienen el potencial de ser una risa gigante, también tienen que ser los eventos más estresantes de nuestras vidas sociales. Además de enloquecer sobre qué ponerse (porque no quieres juzgar mal el clima y sudar como un cerdo premiado), y qué preguntas hacer, también está el pequeño problema de qué demonios hacer.

El mejor consejo siempre es no hacerlo demasiado complicado o estresante, y nunca te pongas en una situación en la que no puedas escapar de ellos si resultan ser una pesadilla total (especialmente importante con los extraños con los que te encuentras en aplicaciones de citas!).

Aquí hay algunas ideas divertidas para la primera cita que no apestan totalmente.

1. Cines al aire libre

Por lo general, el cine es un gigante no porque: a) No puedes hablar, lo cual, como todos sabemos, es realmente cómo te das cuenta de si alguien es un agujero total o no, y b) Está oscuro, por lo que no puedes incluso echarles un buen vistazo.

2. Observación de estrellas

Una de las cosas más lindas y románticas que puedes hacer con alguien es, literalmente, solo mirar hacia arriba. Una nueva investigación de Google Pixel 4 encontró que el 36% de las personas quieren mirar las estrellas con su pareja sobre cualquier otra persona (incluidas las celebridades).

3. Parques de atracciones

Los parques de atracciones de época tienen ese equilibrio imposible de vergüenza y belleza. Si tienes miedo a las montañas rusas, puedes montar a los niños o jugar.

4. Cafés de juegos de mesa

Realmente no tienes que ser un gran nerd (término usado cariñosamente, siempre) para disfrutar de un juego de mesa.

5. Picnics

No solo es una cosa cursi que hacer con tu pareja un domingo, los picnics también son súper divertidos para las citas porque básicamente puedes sentarte en un bonito parque, comiendo bocadillos mientras conversas.

6. Exposiciones

Si conversas sobre tus intereses de antemano y descubres lo que tienen en común, puedes ir a una exposición en la que ambos estarán interesados. Hay un montón de galerías y eventos que no son del estilo de una biblioteca en los que debes permanecer en silencio. Así que puedes mirar cosas geniales, tener algo de qué hablar y expandir sus mentes.