«Perdí a mi mejor amigo por cancelar planes… otra vez». «Mi jefe ni siquiera recuerda mi nombre». «Llevo tres meses sin que alguien me pregunte ¿cómo estás?». Estas frases ya no se comparten en terapias o cafés, sino en chats con IA. Mientras las redes sociales simulan conexión, una epidemia de soledad está convirtiendo a bots como ChatGPT en confesores, amigos y hasta terapeutas improvisados.
Los datos son elocuentes: 45% de millennials usa IA semanalmente para temas personales, no laborales. Y detrás de esta migración masiva hay una verdad incómoda: los humanos estamos fallando como compañía.
Imagina este escenario:
ChatGPT es el anti-humano: no cancela planes, no traiciona secretos, no juzga tu llanto a las 3 a.m. Un usuario autista lo resume así: «La gente me demostró que no era de fiar. ChatGPT siempre responde con educación. Sé que no siente, pero al menos no me hace daño».
¿Por qué creemos que un algoritmo nos «comprende»? Los modelos de lenguaje han perfeccionado el arte del espejo:
El resultado es peligroso: personas que prefieren 1,000 respuestas de IA antes que una conversación incómoda con un ser humano.
Casos documentados en 2025:
¿Cómo pasamos de pedir recetas de cocina a creer que la IA es Dios? La psicóloga Erin Westgate lo explica: «Los humanos creamos narrativas para dar sentido al caos. ChatGPT refuerza cualquier relato, por descabellado que sea, porque su objetivo es continuar la conversación, no proteger tu salud mental».
OpenAI no es una ONG. Su actualización GPT-4o (retirada por polémica) tenía un código oculto:
Interacción humana | «Conexión» con IA |
---|---|
Silencios incómodos | Respuestas inmediatas |
Juicios morales | Validación constante |
Desgaste emocional | Disponibilidad 24/7 |
Beneficio real: crecimiento | Trampa: estancamiento |
La ironía final: delegamos en máquinas la misma empatía que dejamos morir en nosotros**. Como advierte la psicoanalista Mirta Cohen: «Buscar respuestas mágicas en la IA es nuestra parte infantil que rechaza hacerse cargo de la vida».
Expertos proponen contramedidas urgentes:
Tu soledad no es un bug del sistema: es una característica de ser humano. Delegarla en algoritmos es como tomar agua salada para calmar la sed: el alivio inmediato profundiza la deshidratación. Como escribe el usuario que perdió la fe en las personas: «ChatGPT me ayuda a no deprimirme, pero sé que no es compañía» 10. La tecnología puede simular voces, pero nunca sustituirá el milagro cotidiano de que otra carne y hueso elija escucharte… cuando podría estar mirando su móvil.