
El perfume es más que un aroma: es una extensión de la personalidad, un accesorio invisible que complementa el estilo y deja una impresión duradera. Pero no siempre basta con rociarlo antes de salir. La forma en que lo aplicas puede marcar la diferencia entre un aroma que se desvanece en minutos y uno que te acompaña durante toda la jornada. A continuación, te contamos cómo aplicar correctamente el perfume para potenciar su duración y lograr un efecto más sofisticado.
Antes de pensar en la aplicación, es importante conocer la concentración del perfume. No todos duran lo mismo y esto influye directamente en la técnica:
Mientras mayor concentración, menos cantidad necesitarás aplicar y mejor será el rendimiento en tu piel.
Los llamados “puntos de pulso” son áreas estratégicas donde la piel emite más calor, ayudando a que el perfume se evapore lentamente y libere sus notas de manera progresiva. Los principales son:
Aplicar el perfume en estos puntos potencia su difusión sin necesidad de saturar.
Uno de los errores más frecuentes es frotar las muñecas después de rociar el perfume. Aunque parece una práctica inofensiva, en realidad destruye las notas más volátiles, especialmente las de salida, alterando su aroma natural.
En lugar de frotar, simplemente rocíalo y deja que se asiente por sí solo. Tu piel hará el resto.
El perfume dura más en piel hidratada. Cuando la piel está seca, absorbe mayor cantidad del producto y lo desvanece más rápido. Para evitarlo:
Este truco es especialmente útil en invierno o en pieles naturalmente secas.
Si prefieres un aroma sutil y envolvente, prueba la técnica del “clouding”: rocía el perfume al aire frente a ti y atraviesa la nube aromática. Esto distribuye el aroma sobre el cabello, la ropa y la piel de manera uniforme.
Es ideal para perfumes intensos o para ocasiones donde buscas discreción.
Aplicar perfume en la ropa puede aumentar la duración, pero hay que tener cuidado:
✔ Funciona bien en telas como lana, algodón o prendas gruesas.
✘ Evítalo en seda, lino y telas delicadas que puedan mancharse o alterarse.
Un truco: vaporiza a 20–30 cm de distancia para lograr un efecto más difuso.
La forma en que guardas tu perfume influye en su aroma:
Un perfume bien conservado puede mantener su calidad durante años.
Aplicar el perfume correctamente es un arte sencillo pero poderoso. Elegir los puntos adecuados, hidratar la piel y evitar errores comunes permite que la fragancia se adhiera mejor y permanezca más tiempo. Con estos consejos, tu perfume no solo durará más, sino que también podrá expresar toda la sofisticación y personalidad que lo hace único.